Sabías que nuestra Ciudad Colonial posee un entramado subterráneo conocido como alcantarillas? Las cuales eran usadas estratégicamente para conectar bajo tierra algunos edificios de la primera urbe del Nuevo Mundo y así protegerla de las invasiones.
Su construcción se inició en 1502 antes de que comenzara a erigirse la ciudad, según relatan los historiadores. Se compone de largos pasadizos entre grandes sillares de piedra que interconectan la iglesia Nuestra Señora del Carmen, Iglesia de Las Mercedes, Iglesia de Santa Bárbara, el Convento (hoy Ruinas de San Francisco) y la Iglesia Regina Angelorum, con la Basílica Menor, Catedral Santa María de La Encarnación Primada de América, entre otros.
Tiene un recorrido de aproximadamente dos cuadras, que nos permite abrir los ojos y soñar despierto, se inicia en la calle Isabel la Católica esquina Restauración y termina en el patio del restaurante La Atarazana. Su Administración está a cargo de la oficina de Patrimonio Monumental (link).
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